Una trama de filiaciones y hermandades



Una trama de filiaciones y hermandades


Siete artistas de destacada trayectoria, cuatro mujeres y tres hombres,se reunieron para una propuesta de exposición conjunta que fue presentada al MAPI a fines delaño 2010. Estaba integrada por instalaciones individuales, en su mayoría vinculadas a sus mundos expresivos más recientes, que fueron posteriormente adaptadas, en una suerte de trabajo curatorial en equipo, al espacio acordado para la muestra. Esa obra plural y colectiva, dedicada al tapicista Jorge Sosa, precisaba en aquel proyecto su denominación: "Trama. El término puede ser asumido como urdimbre, red o malla, pero también como argumento, tema materia, plan o intriga. La primera acepción me acerca al simbolismo del tejido, aquello que liga, que sostiene, que envuelve. En su otro alcance percibo la idea de hilo conductor…" (1) El hilo con el que se tejió esta muestra surge de dos artistas textiles; de Jorge Sosa - que se había ido de improviso en abril de ese mismo año - y con Ernesto Aroztegui, maestro del homenajeado y de los participantes (2). La muerte de Jorge sacudió a esa familia numerosa y heterogénea que "el viejo”había generado en sus años de creación y docencia (3). Ernesto Aroztegui había trabajado primero en su propio taller, donde formó, en los años de dictadura, a Nilda Echenique y Sara Pacheco. Alicia Ubilla accedió entonces al arte textil. Cuando se reabrió la Escuela de Bellas Artes, Ernesto se hizo cargo de uno de losTalleres Fundamentales, y tuvo entre sus alumnos a Pablo Conde, Alejandra delCastillo, Diego Masi y Gustavo Real- y nuevamente a Sara Pacheco, que se integró a esa experiencia-. "Lo que quedaba claro era que más allá de la técnica que cada uno eligiera la búsqueda interior, lo más importante y axial dentro del taller era la variedad de propuestas", señaló Pablo Conde a propósito de una enseñanza generosa y provocativa, que continuó en aquella etapa, y marcó a artistas de dos generaciones. Los sucesivos encuentros organizados por el Centro de la Tapicería Uruguaya - CETU - fueron sumando en distintas fechas a muchos de ellos, y fortalecieron el vínculo con el homenajeado. Los alumnos de la IENBA se acercaron en forma transitoria a lo textil, las demás integrantes de este equipo fueron, con el tiempo, hacia nuevos materiales y otros caminos expresivos. Este nuevo episodio me afirma en el convencimiento de que aquella aventura, no necesariamente textil, fue de las más significativas que me tocó conocer. Les agradezco entonces, por muchas razones, el haberme incluido en esta trama, tejida con el afecto a Jorge Sosa.


Olga Larnaudie



(1) Fragmento de un texto introductorio.

(2) Sosa tuvo su taller por unos pocos meses en el Museo de Arte Precolombino e Indígena. Sus amigos fueron sin duda al encuentro de ese último lugar de trabajo, y probablemente de la magia de algunos de sus espacios, no reciclados aún.

(3) Así lo llamaban sus alumnos de la Escuela Nacional de Bellas Artes, y el sobrenombre fue adoptado por algunos de los miembros del Centro de la Tapicería Uruguaya, y entre ellos por Jorge Sosa.
Sara Pacheco



Nilda Echenique


Nilda Echenique


Gustavo Real


Gustavo Real




Alicia Ubilla


Alicia Ubilla


Alicia Ubilla


Sara Pacheco



Diego Masi


Gustavo Real, Alicia Ubilla


Alejandra Del Castillo, Alicia Ubilla


Alicia Ubilla


Nilda Echenique



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Pablo Conde